Y hoy el cielo no deja al sol brillar,
el viento no deja el canto de las hojas escuchar,
la lluvia no deja al césped secar...
Y hoy el día es inestable e impredecible,
y yo como el día...
buscando un solo motivo para no rendirme.
Mi reflejo ya no es mío,
mi sombra no soy yo.
Ni siquiera ya reconozco mi voz,
y mis pies van donde ya no les dicto yo...
Y aún así, prefiero
una sombra que ya no es mía,
un día tan inestable como yo,
y un cielo donde ya no brilla el sol.
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